Pinochet como causante del problema colombiano

RAZON PUBLICA, 14 de diciembre 2015

El narcotráfico y sus muchas secuelas habrían sido frutos de un accidente histórico más que de causas arraigadas en nuestra sociedad. Porque los analistas la repiten -y por sus claras implicaciones políticas- es importante examinar esta idea con algún detalle        

Francisco Thoumi*

La hipótesis

En la pasada edición de Razón PúblicaSergio Uribe sostiene que en América Latina el narcotráfico “surgió en Chile durante los años 70” pero que Pinochet los persiguió hasta obligarlos a abandonar el país para instalarse en Colombia.

Uribe aquí retoma un argumento de la DEA según el cual bajo el gobierno de Salvador Allende los chilenos controlaban el mercado internacional de cocaína hasta que Pinochet extraditó a 19 traficantes a Estados Unidos: y solo entonces habría comenzado el tráfico en Colombia. Esta teoría es compartida por analistas como Alejandro Gaviria y Daniel Mejía (1) pero merece un examen riguroso en tanto implica que el origen del problema en Colombia fue más bien accidental.

Pues bien: una cosa es encontrar una secuencia en el tiempo (Pinochet extradita y luego surge el gran narcotráfico en Colombia) y otra cosa es demostrar que existió causalidad (o que si Pinochet no hubiera extraditado no habría surgido el gran narcotráfico en Colombia).

Ya teníamos narcotráfico

Aunque la producción y el tráfico de cocaína y otras drogas no eran importantes antes de los años 70, esas actividades existían en Colombia desde veinte años atrás. Arango y Child (2) reseñan las relaciones de algunos traficantes colombianos de cocaína y de heroína con los mafiosos cubanos y estadounidenses radicados en Cuba que datan al menos desde 1955. Aunque pequeñas en cantidad (diez kilos o menos) las exportaciones de droga eran normales por ese entonces; ya en mayo de 1958 los vínculos entre los traficantes de Medellín y las mafias cubanas y estadounidenses ameritaban grandes titulares en la prensa colombiana.

El caso más sonado de traficantes colombianos capturados ocurrió en La Habana y se resume así (3): “el  20 de febrero de 1957, agentes del Servicio de Inteligencia de Colombia apoyados por un oficial antinarcóticos de  Estados Unidos, descubrieron una fábrica clandestina de heroína y cocaína de propiedad de Tomás y Rafael Herrán en Medellín. Estos hermanos habían estado dedicados al narcotráfico desde 1948. La heroína de este laboratorio era vendida en Cuba, donde los acusados fueron arrestados por la policía cuando a Tomás Herrán se le encontró en posesión de 800 gramos de heroína el 24 de diciembre de 1956”. Los hermanos Herrán Olózaga eran miembros de la élite económica antioqueña y descendientes directos de dos presidentes de Colombia.

Este incidente indica que, aunque los volúmenes eran pequeños, si había coca y opio disponible para ser procesados. Sin embargo, mientras que hay evidencia de cultivos de coca, no hay certeza sobre cuál era el origen del opio utilizado para producir heroína, aunque Arango y Child la atribuyen a Ecuador.

Según Henman (4), aunque no era fácil identificar el vínculo entre el DAS y el narcotráfico, “los pocos hechos comprobados hablan por sí mismos: en mayo de 1972, en junio de 1973 y en noviembre de 1973, grandes cantidades de cocaína decomisada desaparecieron de los depósitos del DAS. En mayo de 1973, el jefe del DAS en Leticia fue arrestado con diecinueve kilos de cocaína en su maleta por agentes de la Aduana en el Aeropuerto de Bogotá. La investigación que siguió a este asunto fue cuidadosa y deliberadamente obstruida por el general Ordóñez Valderrama. En noviembre de 1973, la Policía Nacional acusó públicamente al DAS de estar altamente comprometido en el negocio de la droga. A comienzos de 1974, 48 agentes del DAS en Medellín fueron despedidos por tráfico de drogas y otros delitos de contrabando”.

Además, los archivos de las cortes de Estados Unidos muestran que colombianos exportaban cocaína antes de esa fecha. Sáenz Rovner (5) documenta casos de colombianos arrestados en Nueva York en barcos de la Flota Mercante Grancolombiana, en el aeropuerto de Nueva York y en Miami con alijos de cocaína durante toda la década de los sesenta. En 1970 los traficantes colombianos ya utilizaban sistemas de exportación relativamente sofisticados (no solo “mulas”): “así informó un reporte confidencial del Consulado de Medellín, fechado en 1970, sobre un avión de SAM que llevaba ‘grandes cantidades de drogas duras’”. Y en “Vuelos de compañías de carga como Aerocosta y la Compañía Internacional Aérea, CIASA, de Barranquilla, fueron sorprendidos con cargamentos de cocaína en 1972 y 1973, respectivamente” (6).

Es cierto que durante los años 70 la mayoría de los arrestos en Nueva York por contrabando de cocaína era de chilenos y que la mayoría de los de colombianos era por marihuana. Sin embargo, todas las cantidades de cocaína incautadas eran muy pequeñas comparadas con las incautadas desde finales de los años 70, después de que creciera el narcotráfico. En esa época una captura de 10 kilos de cocaína era muy grande: los traficantes chilenos eran pequeños artesanos comparados con los que surgieron en Colombia.

De cualquier manera, en los años sesenta existían redes de colombianos traficantes de drogas y los colombianos eran “condenados por importar drogas a los Estados Unidos, y no por realizar ventas callejeras” (7). Además, desde finales de los años 70 los traficantes colombianos de marihuana tenían sistemas y redes organizadas para exportar cantidades relativamente grandes que se podían usar en la exportación de cocaína.

Sáenz Rovner (8) también pone en tela de juicio la creencia de que los colombianos sacaron a sangre y fuego a los cubanos y chilenos del mercado de Miami durante los 70. Tras estudiar los archivos de las cortes de Miami, este autor encuentra que la gran mayoría de muertos en los conflictos entre traficantes eran colombianos: “Lo interesante del caso es que los colombianos se mataban entre ellos mismos, no es que estuviesen matando narcos cubanos o norteamericanos, para sacarlos de la competencia. El patrón de ‘colombiano mata colombiano’ está demostrado en un detallado estudio de William Wilbanks sobre patrones y tendencias en los homicidios en Miami durante el siglo XX”.

No fue accidente

Basándose en los archivos de las cortes y otros documentos, Sáenz considera que la ventaja competitiva de Colombia en la cocaína se debió a factores estructurales e institucionales: “A través de este trabajo se ha visto que había colaboración, división del trabajo con miembros de otras nacionalidades, especialmente con los cubanos y los norteamericanos. Otros factores como la movilidad permanente entre Colombia y Estados Unidos, la consolidación de clanes de colombianos en Nueva York y Miami, y la aceptación, tolerancia, y penetración del narcotráfico en todos los niveles de la sociedad colombiana durante décadas explicaría por qué los colombianos llegaron a jugar un papel central en procesamiento y tráfico de drogas psicoactivas en el mundo” (9).

La interpretación de Sergio Uribe y de Gaviria y Mejía deja sin responder varias preguntas importantes:

  • Primero, Colombia empezó su participación en los mercados mundiales de drogas ilegales con la marihuana, mucho antes de que Pinochet llegara al poder. ¿Esa experiencia no fue un antecedente importante que permitió desarrollar redes de tráfico y mercadeo ilegales en Estados Unidos?
  • Segundo, ¿por qué la extradición de 19 traficantes chilenos a fines de 1973 acabó con la industria ilegal chilena? ¿Sería porque los volúmenes del tráfico eran muy pequeños y la industria tan chica e incipiente como la colombiana?
  • Tercero, ¿por qué los peruanos y bolivianos que tenían una producción grande de coca para usos tradicionales y una tradición de producir cocaína que se mantuvo hasta cuando esta fue declarada ilegal, no sustituyeron a los chilenos?
  • Cuarto, ¿por qué la extradición de más de 1.700 colombianos no ha tenido los mismos efectos que la de 19 chilenos?
  • Quinto, ¿por qué Colombia ha tenido mucha más competencia en los mercados de bienes legales como el café, los bananos, las flores, y las confecciones que en la cocaína ilegal? ¿Será que la facilidad de producir y traficar ilegalmente es una fuente clave de la ventaja competitiva?

 

Notas

(1) Gaviria, Alejandro y Daniel Mejía, 2011, “Introducción” en A. Gaviria y D. Mejía (Comps.), Políticas antidroga en Colombia: éxitos, fracasos y extravíos, Bogotá: Universidad de Los Andes, pp. 3 y 4.

(2) Arango, Mario y Jorge Child, 1987, Narcotráfico: Imperio de la cocaína, México: Editorial Diana, pp. 114-122.

(3) Bureau of Narcotics, U.S. Treasury Department, 1958, Traffic in Opium and other Dangerous Drugs for the year ended December 31, 1957, U. S. Printing Office Bureau of Narcotics, U.S. Treasury Department, (19589, p.  22, citado en Sáenz Rovner, Eduardo, 1997, “La prehistoria del narcotráfico en Colombia. Temores norteamericanos y realidades colombianas durante la primera mitad del siglo XX”, en Luz G. Arango (comp.), La crisis socio-política colombiana: Un análisis no coyuntural de la coyuntura, Bogotá: CES-Universidad Nacional de Colombia, Fundación Social, 190-212, pp. 206-207.

(4) Hemnan, Anthony, 1992, Mama Coca, cuarta edición, La Paz: Hisbol.

(5) Sáenz Rover, Eduardo, 2007, “La participación de los cubanos, los colombianos y los chilenos en las redes del narcotráfico en Nueva York durante los años sesenta”, Innovar,revista de ciencias administrativas y sociales, Vol.17, No. 30: 133-143.

(6) Sáenz Rovner, Eduardo, 2011, “Entre Carlos Lehder y los vaqueros de la cocaína. La consolidación de las    redes de narcotraficantes colombianos en Miami en los años setenta”, Cuadernos de Economía, Vol. XXX 30, 54.

(7) Sáenz Rovner, Eduardo, 2007, “La participación de los cubanos, los colombianos y los chilenos en las redes del narcotráfico en Nueva York durante los años sesenta”, Innovar,revista de ciencias administrativas y sociales, Vol.17, No. 30: 133-143.

(8) Sáenz Rovner, Eduardo, 2011, “Entre Carlos Lehder y los vaqueros de la cocaína. La consolidación de las redes de narcotraficantes colombianos en Miami en los años setenta”,Cuadernos de Economía, Vol. XXX 30, 54. Y Wilbanks, William, 1984, Murder in Miami. An Analysis of Homicide Patterns and Trends in Dade County (Miami) Florida, 1917-1983, Lanham: University Press of America.

(9) Sáenz Rovner, Eduardo, 2011, “Entre Carlos Lehder y los vaqueros de la cocaína. La consolidación de las redes de narcotraficantes colombianos en Miami en los años setenta”, Cuadernos de Economía, Vol. XXX 30, 54.

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